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eu flipín

y es que la vida campestre tiene algunos detalles encantadores. fascinantes. entrañables.
y es que salir por la noche en el mundo rural es una experiencia irrepetible. increíble.
y es que piden fuego para ligar (o al menos intentarlo, y con escaso éxito, deduzco por el histerismo ambiente).

lugo, d.f. año de nuestro señor 2003.
un tipo sale disparado de ninguna parte. de repente se planta ante tu nariz.
¿tienes fuego?
un resorte se dispara. los angelitos cantan, la ceja se levanta.
he perdido el mechero.
hace mucho.
es más, ni siquiera fumo....esto es un cigarrillo de chocolate. esclavitudes de la sofisticación capitolina, ya sabes...i’m pretending i’m a sofisticated lady.
perdona pero, ¿tienes fuego?
¿cómo? ¿perdón? insisto, he perdido el mechero, no tengo mechero, nunca lo he tenido y nunca lo tendré.

¿no es adorable? ¡aaaah, qué regalada vida!

pordió.

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