documentales de la dós
me fascinan algunos ritos, cosas y costumbres...
como esos documentales que describen minuciosamente el ritual de cortejo del faisán irisado meridional que habita en una recóndita marisma...son interesantes, nadie niega que las costumbres del faisán irisado meridional son algo que todos deberíamos conocer para ser mejores personas, y, además, lo bonita que es la recóndita marisma... sin embargo es un hecho que a los cinco minutos de observar las evoluciones del faisán alrededor de la faisana se está ya durmiendo el sueño de los justos.
pero si los rituales de cortejo de los pequeños mamíferos, volátiles e insectos son indefectiblemente el preludio de fantásticas siestas, ¿porqué debemos tolerar los rituales de los grandes primates?
no estoy diciendo que hayamos de quemar todas las copias existentes de “gorilas en la niebla”. reformulo la pregunta.
entonces, si los rituales de cortejo de los así llamados "animales irracionales" son indefectiblemente el preludio de fantásticas siestas, ¿porqué debemos tolerar los rituales de los así llamados (supongo que por algún así llamado “animal irracional”) “animales racionales”?
y no ya tolerar, sino sufrir... sufrir en silencio el espectáculo de son et lumière de esos eternos (y las más de las veces perfectamente prescindibles) rituales...¡diossanto, diossanto...no acredito, de veras que no acredito!
y es que a mí, en mi ingenuidad y extrema bondad, me encanta pensar que uno de los frutos más útiles de la civilización y el raciocinio (es decir, muy propio de "animales racionales") es lo de llamar al pan, pan y a las otras cosas, otras cosas...
y si quieres otras cosas, ¿me quieres explicar porqué te pasas un mes pidiendo pan o, en su caso (siempre que haya algo de suerte), haciendo una performance sobre el ritual de cortejo del faisán irisado meridional?
y es que..., verdaderamente, hay gente muy ociosa...
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me fascinan algunos ritos, cosas y costumbres...
como esos documentales que describen minuciosamente el ritual de cortejo del faisán irisado meridional que habita en una recóndita marisma...son interesantes, nadie niega que las costumbres del faisán irisado meridional son algo que todos deberíamos conocer para ser mejores personas, y, además, lo bonita que es la recóndita marisma... sin embargo es un hecho que a los cinco minutos de observar las evoluciones del faisán alrededor de la faisana se está ya durmiendo el sueño de los justos.
pero si los rituales de cortejo de los pequeños mamíferos, volátiles e insectos son indefectiblemente el preludio de fantásticas siestas, ¿porqué debemos tolerar los rituales de los grandes primates?
no estoy diciendo que hayamos de quemar todas las copias existentes de “gorilas en la niebla”. reformulo la pregunta.
entonces, si los rituales de cortejo de los así llamados "animales irracionales" son indefectiblemente el preludio de fantásticas siestas, ¿porqué debemos tolerar los rituales de los así llamados (supongo que por algún así llamado “animal irracional”) “animales racionales”?
y no ya tolerar, sino sufrir... sufrir en silencio el espectáculo de son et lumière de esos eternos (y las más de las veces perfectamente prescindibles) rituales...¡diossanto, diossanto...no acredito, de veras que no acredito!
y es que a mí, en mi ingenuidad y extrema bondad, me encanta pensar que uno de los frutos más útiles de la civilización y el raciocinio (es decir, muy propio de "animales racionales") es lo de llamar al pan, pan y a las otras cosas, otras cosas...
y si quieres otras cosas, ¿me quieres explicar porqué te pasas un mes pidiendo pan o, en su caso (siempre que haya algo de suerte), haciendo una performance sobre el ritual de cortejo del faisán irisado meridional?
y es que..., verdaderamente, hay gente muy ociosa...