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some courageous kangaroos

con el día que hace, me sorprendo de mi devoción al deber, de esta capacidad mía para sobreponerme a este primaveral estado y acudir, presta, solícita y ¡puntual! al trabajo.

y en la oficina (o galera o plantación), me sorprendo ejerciendo, cual hormiguita laboriosa, las labores propias de mi sexo y condición. y me sorprendo y me quedo estupefacta.

¿será que...? oh, my god, oooh my god!, ¡no puede ser, no puede ser!

pensé en hacer examen de conciencia.
finalmente, me he contentado con hacer pellas. esta tarde, de paseo.

está decidido.
esto mío con el trabajo ya está pasando de castaño a oscuro.
me avergüenzo, no me reconozco y además me parece fa—tal.


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