de los riesgos del ejercicio
resuelta a ejercitar mi capacidad de tolerancia, análisis y resistencia, he decidido últimamente hacer un ejercicio. un ejercicio lector. un ejercicio agotador.
se compone de diversas tablas: lectura de editoriales, lectura de columnas de opinión y lectura de información (¡ays, qué chascarrillo más curioso!).
así, firme en mi decisión, al vent la cara al vent, me he leído con fruición los editoriales de el mundo (del siglo xxi, ays) y las columnitas de albiac, jiménez losantos y martín prieto y, en una deriva pitonisa que me he descubierto recientemente, la canela fina (en polvo, prácticamente) de ese onagro de periodista y académico, ánson.
conclusiones del ejercicio:
· he conseguido leer, con un allure aparentemente impertublable, a albiac, a jiménez losantos y a martín prieto. minutos después he sentido unas ansias irrefrenables de tirarle los tejos a noam chomksy. he conseguido superarlo atándome, cual odisea, al palo mayor.
· el ejercicio adivinatorio con la canela me ha provocado una tanda de toses, estornudos y lagrimeos bastante incómoda, por cierto. más tarde, la canela se ha apoderado de mí y ha/he trufado mi conversación con perlas dignas de villaespesa.
· no he logrado llegar a la lectura de la información, al serme completamente imposible sobreponerme a los pensamientos impuros con el bueno de noam y mi villaespesamiento sobrevenido.
conclusión global: se me ha caído un empaste. tengo pensamientos impuros. me lloran los ojos.
he decidido abandonar el ejercicio. definitivamente.
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resuelta a ejercitar mi capacidad de tolerancia, análisis y resistencia, he decidido últimamente hacer un ejercicio. un ejercicio lector. un ejercicio agotador.
se compone de diversas tablas: lectura de editoriales, lectura de columnas de opinión y lectura de información (¡ays, qué chascarrillo más curioso!).
así, firme en mi decisión, al vent la cara al vent, me he leído con fruición los editoriales de el mundo (del siglo xxi, ays) y las columnitas de albiac, jiménez losantos y martín prieto y, en una deriva pitonisa que me he descubierto recientemente, la canela fina (en polvo, prácticamente) de ese onagro de periodista y académico, ánson.
conclusiones del ejercicio:
· he conseguido leer, con un allure aparentemente impertublable, a albiac, a jiménez losantos y a martín prieto. minutos después he sentido unas ansias irrefrenables de tirarle los tejos a noam chomksy. he conseguido superarlo atándome, cual odisea, al palo mayor.
· el ejercicio adivinatorio con la canela me ha provocado una tanda de toses, estornudos y lagrimeos bastante incómoda, por cierto. más tarde, la canela se ha apoderado de mí y ha/he trufado mi conversación con perlas dignas de villaespesa.
· no he logrado llegar a la lectura de la información, al serme completamente imposible sobreponerme a los pensamientos impuros con el bueno de noam y mi villaespesamiento sobrevenido.
conclusión global: se me ha caído un empaste. tengo pensamientos impuros. me lloran los ojos.
he decidido abandonar el ejercicio. definitivamente.