24 horas
una tregua no concedida.
un lujo digno de las 1001 noches.
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una tregua no concedida.
24 horas para derrumbarse, para enfadarse, para desesperarse, para deprimirse, para entristecerse, para resignarse, para gritar, para llorar, para pelearse, para callarse, para caminar, para mirar por la ventana, para olfatear, para morderse las uñas, para concentrarse en otra cosa, para gemir y protestar sin fuerzas, para agotarse...
24 horas de perder las formas, antes de practicar, con renovados ímpetus, la haute couture y prepararse un nuevo traje nuevo (de la emperatriz).
24 horas de falta absoluta de elegancia y saber estar.
un lujo digno de las 1001 noches.