vive le freak!
anotaciones impasibles para un año impar
abandonada como me hallo a mi suerte y a mis propias diversiones voy cayendo, como alicia, por el tunel (uno de tantos), hasta aterrizar de culo... eso sí, muy suavemente.
y es que se acabó contemporizar: que me veo todos los capítulos de lain en una tarde, que me paso la vida en elektra cómics, que me doy al hardcore (épico y no), que corto todos mis pantalones a la altura de las rodillas, que la santidad está en la vía del ciberpunk y el postciberpunk, que me lanzo al proceloso mar del gin i el tonic, que me tatúo para que me canten coplas y a mi que más me da que me todo igual, total, es igual o lo mismo que es parecido, so they said...
liberadas las ataduras de la vergüenza (ese constructo pequeño-(ham)burgués) propia y ajena, aparece, de repente, como el big bang, la perspectiva de una sucesión de actos sin ningún sentido ni necesidad: qué mejor actividad que dedicarse a lo más innecesario sólo por el placer de saber que no sirve absolutamente para nada.
y aunque no creo que termine mi caída en un auge de artista multimedia, al menos este estado de autista multimiedos me augura un futuro de diversión sin fin...
la práctica del fracaso como una de las bellas artes.
y yo que lo vea.